La Asociación Uruguaya de Guardaparques es una Asociación Civil sin fines de lucro que busca nuclear a todos los guardaparques del país, procurando el desarrollo de la profesión, la mejoría de las condiciones laborales y la colaboración con las áreas protegidas

martes, 9 de noviembre de 2010

Visitando colegas en África Ecuatorial

En Kampala me reencontré con John Makombo, a quien conociera en el Congreso de la FIG de 2000 en el P.N. Kruger. En aquel entonces él era guardaparque en el Bosque Impenetrable Bwindi, pero fue ascendiendo y ahora es la segunda autoridad de Parques en Uganda.

El primer P.N. De Uganda que conocí fue Lago Mburo, el único del país donde hay impalas y cebras. Como todos los parques de ese país éste tampoco está alambrado, motivo por el cual en su interior vi una pintoresca manada del llamativo ganado de la tribu Ankole. Vacas y toros ostentan largos cuernos que les otorgan una silueta muy característica. Los toros tienen cuernos muy gruesos y su largo es equivalente a la altura del animal o más.

Desde que entré al parque vi mucho humo y al presentarme en la oficina me ofrecí a ayudar a combatir el incendio de pastizal que me dijeron había comenzado esa mañana.

Sin ningún apuro nos subimos a un jeep y comenzaron a mostrarme las características propias del parque, obviamente el Lago Mburo primero que nada, donde unos hipopótamos rezongaban cerca de la orilla. Después de que se aseguraron de que vi cebras, impalas y topis, pasamos por el frente de combate del incendio y encontramos varios hombres y mujeres que lo apagaban con ramas verdes. Yo había llevado 4 litros de agua y se los tomaron inmediatamente los combatientes. Corté una rama para mí y me auné a la tarea. Le dimos hasta que se puso el sol no mucho después de nuestra llegada y consideraron que la lucha podía abandonarse justo cuando yo la hubiera combatido más.

No se trataba de un incendio importante porque el fuego sólo consumía pasto y pasaba muy rápido entre las acacias. Me parece que si bien fue iniciado por furtivos a nadie le preocupó mucho porque en una semana despuntaría el pasto verde que es lo que mantiene a los animales.
Fue en Nburo que vi mi primer prosimio, un gálago mayor cruzando el camino caminando en cuatro patas pero casi al llegar al otro lado dio dos saltos de costado típicos de estos animales.
El segundo lo vería de muy cerca en un restorán de Tanzania, era de noche y bajaba a cada rato al pasto a capturar insectos que atraía un foco.

Tras visitar ese Parque, viajé hasta el Bosque Impenetrable Bwindi, donde tendría una de las más lindas vivencias de todo el viaje.

La región donde está el parque es muy escarpada y la combi del transporte público recorrió una carretera que, junto con una en Costa Rica, son las más peligrosas que he transitado. Ya que estamos les digo que nunca vi tantos accidentes de tránsito como en este viaje. Todas las veces que anduve por carretera veía uno, dos o tres accidentes, en general camiones volcados que habían quedado aun en la ruta o que habían caído allá abajo. En el P.N. Virunga, Congo, no alcancé a ver el camión, sólo la ropa de la gente que cayó y que quedó enganchada en ramas aquí y allá.

Juan Carlos Gambarotta